*Por Jazmín Salmerón
1917 captó mi atención en el momento en que ganó el Golden Globes como mejor película. Anteriormente había visto el póster y sabía que se trataba de una cinta bélica, pero no ansiaba su estreno hasta que le quitó la estatuilla a Joker.
Este fin de semana, la película dirigida por Sam Mendes (American Beauty, 1999) llegó a las pantallas grandes de nuestro país para demostrar por qué es considerada una de las mejores películas del 2019 y una de las favoritas para llevarse el Óscar.
1917: COREOGRAFÍA EN PANTALLA GRANDE
Si hay algo por lo que destaca esta película es por sus planos secuencia. La cinta está hecha de tal forma que parece que durante los 119 minutos no existe ningún corte, lo que permite que el cinéfilo viva una experiencia total.
Sin embargo, 1917 no está hecha en una sola toma. Se trata de falsos planos secuencia con cortes perfectamente colocados a través de pantallas en negro, explosiones y otros elementos que simplemente uno no nota.
Esta es precisamente su mayor cualidad y virtud: el impecable trabajo técnico; la coreografía que vemos durante los primeros 15 o 20 minutos; la forma en que algo tan complejo como la guerra, es contado a través de una técnica quizá doblemente compleja.
A través de las escenas largas y las tomas en lugares cerrados, es como Roger Deakins, quién ya ganó el Óscar de mejor fotografía por Blade Runner 2049 (2017), genera una sensación de claustrofobia en el espectador.
¿LA HISTORIA DE 1917 CUMPLE?
Estamos viendo un capítulo muy particular de la primera guerra mundial. Por lo tanto, la premisa es sencilla y quizá, un tanto predecible. Desde mi punto de vista el final no tiene demasiado impacto aunque cumple con su objetivo y conmueve, pero no de una forma diferencial.
La construcción de los personajes se nota un poco inconclusa, aunque las actuaciones son buenas, la angustia, el miedo y el estrés se nota en cada gesto, lo que levanta la presencia de los personajes en pantalla.
Si han visto en internet el “cómo se grabó la escena donde uno de ellos corre”, ese momento en pantalla grande tendrá el doble de sentido y emoción.
Por lo tanto, 1917 es una buena película por la forma en que está contada, por su impecable fotografía y las tomas secuencia que nos involucran en la historia. Estos atributos la convierten en una cinta imperdible para esta temporada de premios, ¿pero será la ganadora?
¿Ustedes ya la vieron? ¿Qué les pareció?
