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Primero comencemos con la noticia más reciente: el 5 de noviembre tendremos la segunda temporada de The End of The Fucking World en Netflix y aquí está el trailer oficial:
¿Por qué es tan esperada la segunda temporada de The End of The FUCKing World?
Es mejor que iniciemos por el argumento de la primera. En ella conocemos a James y Alyssa, dos personas desapegadas de la vida y que cuestionan de forma pesimista lo que está a su alrededor.
James ha decidido que es un psicópata, por lo que mata a animales pequeños desde que era un niño y ahora está dispuesto a cometer su primer asesinato con humanos. Su víctima es Alyssa, su nueva novia a la que conoció en la escuela y no quiere tanto porque habla mucho.
Todo es muy “normal” entre estos dos, hasta que la mamá de Alyssa realiza una fiesta de compromiso con su novio, cosa que a la chica no le agrada y le pide a James escapar de sus casas para recorrer el mundo.
A partir de este momento, los dos vivirán una serie de situaciones random, como cruzarse con un pedófilo gay, llegar a la casa de un verdadero asesino serial y escapar de la policía.
Revolución del Coming of Age
La serie pertenece al género Coming of Age, el cual se centra en el crecimiento psicológico y moral del protagonista, a menudo desde la juventud hasta la adultez. El protagonista de la historia es un hombre joven (también mujeres para que no se aloquen) que mediante el diálogo interno y sus respuestas emocionales se enfrenta a temáticas como la identidad sexual, la filosofía personal y sus opiniones políticas.
El coming of age ha estado presente desde hace mucho tiempo, siendo Demian de Herman Hesse, El Guardián entre el Centeno de J.D. Salinger y La Campana de Cristal de Sylvia Plah grandes representantes en la literatura, mientras en el cine podemos ver Ghost World, (500) Días de Verano y Boyhood.
The End of The Fucking World muestra los diálogos internos de nuestros protagonistas, quienes ven el mundo de formas muy diferentes: mientras a James le da igual la vida y es apático, Alyssa busca emoción todo el tiempo, cosa que los arrastrará cruzar los límites preestablecidos del pequeño pueblo londinense al que pertenecen.
Humor negro inglés en The End of The FUCKing World
Sin tanto adorno, el humor de la serie se hace notar desde los diálogos, hasta la situaciones extremas. Como a estas alturas seguro ya viste la serie, no nos importa decir que James mata al asesino serial que intenta violar a Alyssa, que también roban una pequeña gasolinera y dejan encerrada a la dueña en la bodega, mientras el encargado los ayuda y que van en busca del papá de Alyssa quien es un traficante “reformado”.
Cabe decir que ninguno de nuestros protagonistas intenta ser chistoso, todo lo contrario, por eso el humor se vuelve tan fino, ya que no es necesario reír a carcajadas para saber que estás viendo una serie divertida. Además los capítulos cortos permiten que la historia vaya al punto y no tenga el clásico relleno.
¿Qué onda con el final de la primera temporada de The End of The FUCKing World?
De nuevo al spoiler y nos vale. Al final de The End of The Fucking World, la policía le dispara a James, mientras Alyssa corre desesperadamente hacia él. Después de la detonación, la pantalla se pone en negro y sólo escuchamos el grito de nuestra protagonista. No hay más.
En esencia, el final de la serie se parece mucho al de la novela gráfica de Charles Forsman en la que está basada. Sin embargo, hay diferencias entre estos dos, como el que la policía le corta a James algunos dedos y las mejillas, pero él logra salvarse y mata a un agente sólo para descubrir que otro lo persigue mientras apunta un arma contra él. La siguiente página en blanco y negro solo dice “Te amo” y “Blam!”.
La historia de Alyssa y James se une a muchas otras series londinenses que están en Netflix como Sex Education que han triunfado en la plataforma. Si ese final no te convenció para verla, tal vez este trailer te de toda las razones para ponerte al corriente y esperar la segunda temporada de The End of The Fucking World.
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