El Baile de los 41 es, por mucho, uno de los chismes de hace 100 años que han mostrado la forma en la que las personas perciben (o percibían) a los homosexuales en México (hasta ese momento, solo se les daba visibilidad a ellos y no a todos los demás grupos dentro de la comunidad LGBTI+). Sin embargo, la película El Baile de los 41 pone de manifiesto lo que es vivir “en una tierra de machos mexicanos”.
Aunque nunca hayas escuchado hablar de esta historia, seguro has oído por ahí la frase “después de los 41 años los hombres se vuelven putos”. Este antiguo dicho marco bastantes años a la comunidad gay en México, y debido a la revolución sexual de nuestra época, era obvio que en algún momento tendríamos que ver una película sobre este acontecimiento.
¿De qué se trata la película El Baile de los 41?
La película El baile de los 41 producida por Netflix narra un momento en la vida de uno de los personajes más importantes de la política mexicana en los inicios del Siglo XX: nada más y nada menos que del esposo de la hija del presidente Porfirio Díaz, Don Ignacio de la Torre y Mier.
A través de su personaje conocemos las dificultades de ser homosexual en el México pre-revolucionario, pues Don Ignacio de la Torre (interpretado por el hermoso Poncho Herrera) es gay y se ha enamorado de Evaristo “Eva” Rivas (Emiliano Zurita), pero está casado con Amada Diaz (Mabel Cadena), la hija del presidente de la Republica.
Si bien la historia de amor entre los dos hombres es ficticia, en el sentido de que Eva es un personaje creado por los guionistas para darle un toque dramático a la película El Baile de los 41, lo cierto es que la historia que le da nombre es un hecho real:
Por ahí del lejano 1901, una nota apareció en muy pocos periódicos de la época hablando sobre una reunión clandestina a la que asistieron 41 invitados. La historia narra que se dio aviso a la Guardia Civil sobre una fiesta poco convencional en la que parecía que las buenas costumbres eran profanadas.
Cuando los uniformados llegaron al lugar, arrestaron a “hombres y mujeres”, pero se dieron cuenta de que la reunión era solo de varones y que las personas vestidas de mujer eran también hombres.
La noticia corrió por toda la Ciudad de México. Al principio se dijo que eran 42 por un conteo que dio la policía basado en la lista de invitados que tenían en su propiedad, pero conforme se hizo pública la historia, la lista de personas detenidas se redujo a 41 .
Fue ahí cuando el nombre de Ignacio de la Torre empezó a circular como un asistente a la reunión y el porqué esta lista se redujo a los infames 41 (algunos dicen que Porfirío Díaz dijo “yo solo cuento 41” cuando vio la lista).
Veredicto sobre la película El Baile de los 41
Aunque todo lo que te contamos solo es un momento en la pelicula, la forma en la que se aborda la homosexualidad del yerno del presidente es conmovedora, pues cada personaje es un reflejo de la sociedad en que vivían.
Si bien es fácil sentir empatía con Ignacio de la Torre porque era un hombre atrapado entre su verdadero yo y su obligación “como hombre”, también entendemos las motivaciones de Amara, una mujer en un matrimonio en el que su esposo no siente nada por ella y en el que es incapaz de cumplir con la obligación impuesta por la sociedad y su padre de tener hijos.
En general la película El Baile de los 41 es disfrutable y pese a que el dramático final de los 41 nunca ocurrió (o bien no de esa manera), es un título recomendable para ver un domingo en casa de tus padres a la hora de la comida. Ay, pero qué sabroso.
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