Fyre Festival lo tenía todo para ser el más épico de todos los festivales: supermodelos famosas como Bella Hadid y Emily Ratajkowski, un cartel encabezado por artistas como Major Lazer y Blink-182 y una isla solitaria en las Bahamas que, a manera de chisme, le perteneció a Pablo Escobar. De hecho, así se anunciaba en el promo:
Para cualquiera que asista a eventos como Tomorrowland, o ya de plano el Corona Capital, este festival se antojaba para ir y pasarla bomba durante los dos fines de semana que prometía durar, pero la realidad fue otra.
¿Qué pasó en el Fyre Festival?
Este documental de Netflix nos muestra la decadencia de una buena idea que poco a poco se convirtió en una pesadilla.
En palabras de cada uno de los colaboradores y gente de producción cercana, conoceremos a Billy McFarland y al rapero J Rule, quienes con una visión de “emprendedurismo” y “ser siempre positivos” (que llegaba más bien a la psicosis), organizaron el festival “más exclusivo” para influencers.
En su afán por tener más dinero y darse la vida de lujos y excesos que prometían a los asistentes, defraudaron a más de 10 mil personas al venderles “cabañas de lujo”, que más bien eran refugios de plástico que sobraron del huracán Katrina, por decir lo menos.
Desde pedirle a un colaborador que realizara sexo oral al proveedor del agua, hasta despidos injustificados a quienes se negaban a mentir más, los organizadores del Fyre Festival fueron arrestados por el FBI y hasta hoy han enfrentado cargos criminales por fraudes millonarios.
En el documental sobre Fyre Festival verás lágrimas, traición y mentiras al mero estilo millenial, pues Billy McFarland no solo era querido y temido por sus allegados, sino que tenía una personalidad perfecta para envolver a gente más manipulable, pero también apta para engañar hasta a los más inteligentes, toda la aptitud de un sociópata.
Si con todo esto aún no te convenzo, te dejo el trailer del documental para que le eches un ojo y revises dos veces antes de comprar tus abonos para el siguiente festival.
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