El invierno llegó y trajo a su paso muerte y destrucción. En el capítulo de ayer de Game Of Thrones vimos la esperada pelea contra El Rey de la Noche, ese personaje que sin ningún diálogo, traía desesperanza a quien lo miraba y prometía un destino sombrío para Westeros.
No hace falta decir que si no has visto el capítulo, esta reseña contiene spoilers, pero por si acaso: ¡SALTE DE AQUÍ, HAY SPOILERS!
Lo bueno de The Long Night – Game Of Thrones
Empecemos por lo que sí nos gustó. A pesar de que el capítulo estaba muy oscuro (obvia decisión narrativa para dejarnos tan ciegos ante el peligro como a los personajes) la batalla fue épica. Compararla con la de El Señor de los Anillos o la de Endgame nos parece un despropósito, más bien hay que entenderla en términos de lo que significa para todos los personajes.
Para los Dothraki o los Inmaculados fue la muerte, para Tyrion la oportunidad de mostrar su valía y evolución como personaje. En Jaimie pudimos ver la redención, en Lyanna Mormont la valentía, en Sansa la estrategia, en Daenerys el amor, en Jon la desesperación, en Bran el destino.
Cada uno tenía una sola cosa en mente: no morir. Sin embargo, durante todo el capítulo no pudimos evitar ese sentimiento de abandono, de que pasara lo que pasara, ninguno de nuestros personajes saldría vivo, sobre todo en la parte cuando el Rey de la Noche revive a todos los muertos en batalla como una forma de protegerse de la espada de Jon.
Enlistar todos los momentos buenos del capítulo será difícil. Desde la llegada de la Dama Roja, el coqueteo entre Tyrion y Sansa, hasta ese momento final donde Arya demuestra su habilidad para retar a la muerte y terminar con el eterno invierno, hay mucho de dónde escoger.
Por cierto, la profecía de Melisandre está a punto de cumplirse, pues las dos veces que ve a Arya le dice “yo veo una oscuridad en ti, y en la oscuridad unos ojos que me observan: ojos marrones, ojos azules, ojos verdes. Ojos que cerrarás para siempre.”. Hasta ahora sabemos que los ojos marrones son de quienes están en su lista, los ojos azules son de El Rey de la Noche, ¿pero quiénes tienen ojos verdes en Game Of Thrones? Sansa Stark y Cersei Lannister. ¡PUMMMM!
Todo en este capítulo estuvo al nivel: la música, la tensión, los personajes, hasta los mismos muertos. Así que lo bueno gana, sin embargo, hay que hablar de lo malo.
Lo malo de The Long Night – Game Of Thrones
No queremos ser quisquillosos, ¿pero neta mataron al Rey de la Noche en un solo capítulo? ¿No pudieron haber hecho eso desde las primeras temporadas? Al final la amenaza que parecía invencible, incluso en todo el capítulo, fue neutralizada por un solo personaje.
Acá no se trata de que si Arya era digna de hacerlo, ni que esperáramos ver a Azor Ahai cuando nunca se mencionó en la serie. Esta queja viene de la construcción de una trama que nos tenía con la piel chinita desde el “Winter is coming” de Ned Stark o el “Winter is here” de la misma Arya.
Fuera quien fuera, éste sería coronado como el más rifado, pero al menos pudieron habernos dejado con la incógnita de lo que pasaría hasta el siguiente capítulo para tener una semana entera de teorías locas. Pero no, esto se resolvió así nomás en el último segundo. Buuu.
Otra cosa es que Cersei nunca sintió el verdadero terror, nunca vio lo que es tener a varios caminantes rodeándola, sintiendo miedo de su propia vida por algo más allá de su comprensión. A lo mejor es sádico, pero al final todo lo mágico de Game Of Thrones se quedó en el norte, donde todos los demás reinos los tiran de locos y con la muerte de Melisandre todas las posibles profecías también murieron.
Ya queremos ver el próximo capítulo para que nos callen la boca y algo espectacular pase, de verdad creemos que esto no se va a quedar así, pero mientras valar morghulis.
¿Ya los viste? ¡Cuéntanos qué opinas!
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